Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 50 minutos
Categoría: Carnes
Dificultad: Fácil
400 gr. carne de cerdo picada
1/2 pechuga de pollo
4 diente ajo
1 manojo perejil
1 ud. cebolla mediana
1 pizca nuez moscada
1 pizca pimienta blanca
1 pizca tomillo
1 pizca cominos en polvo
1 pizca tomillo
1 pizca sal y azúcar
aceite de oliva
harina
Salsa:
1 kg. tomate
1 cebolla
2 dientes de ajo
2 hojas de laurel
Aceite de oliva
Pica la carne o pide en la tienda que te la piquen, para luego mezclarla perfectamente. Colócala en un bol y añade con cuidado el resto de los ingredientes de la masa: la cebolla muy bien picada, el ajo también picado, el perejil, el tomillo, la pimienta, la nuez moscada y los cominos. Tapa el bol con papel film y deja reposar la masa en la nevera durante 2-3 horas.
Mientras tanto, practica un corte en cruz en la parte superior de los tomates y mételos a escaldar en agua hirviendo durante unos segundos; así te será mucho más fácil pelarlos. Cuando estén pelados, córtalos en cuadraditos y retira las semillas. Pica la cebolla y el ajo y ponlos a pochar con un poco de aceite de oliva. Añade las hojas de laurel y el tomillo y sofríe todo a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente. Añade entonces los tomates cortados, un poco de sal y un poco de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate. Cocina la salsa tapada a fuego lento durante 30 minutos, hasta que espese. Pásala por el pasapurés y resérvala.
Coge la masa de carne y especias y empieza a formar unas albóndigas de tamaño mediano. Pásalas por harina y fríelas ligeramente en aceite de oliva muy caliente; cuando estén doradas, pásalas a una fuente con papel absorbente. Pon entonces la salsa a calentar y mete las albóndigas, dejándolas cocer unos 20 minutos o hasta que se hagan por dentro. Para servirlas, acompáñalas con patatas fritas y ensalada de lechuga.
Introducción de la receta
