Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 100 minutos
Categoría: Verduras y legumbres
Dificultad: Fácil
500 g de lentejas
200 g de pan duro
100 ml de aceite de oliva
2 dientes de ajo
1 chorrito de vinagre
agua
sal
Las lentejas hay que ponerlas a remojo durante toda la noche antes de cocerlas al día siguiente. Cuando las vayamos a preparar, se lavan bien bajo el chorro de agua fría en un escurridor y se deja que eliminen toda el agua. Entonces, se colocan una cazuela ancha bien cubiertas de agua fría, y se dejan cocer a fuego medio durante 1 hora y media, vigilando que no se queden sin agua. También pueden hacerse en la olla rápida; en este caso se ponen a fuego fuerte y, cuando empiece a pitar, se baja el fuego al mínimo y se dejan cocer durante 30 minutos.
El pan duro se trocea en forma de cuadraditos pequeños; también hay que pelar los dientes de ajo. En una sartén, se calienta un chorro de aceite de oliva y, cuando esté bien caliente, se añaden los dientes de ajo enteros y los cuadraditos de pan. Freímos todo a fuego fuerte hasta que los ingredientes estén dorados, pero sin llegar a quemarse; entonces, los retiramos y reservamos, vertemos en aceite sobre las lentejas cocidas y añadimos entonces la sal.
El ajo y el pan hay que machacarlos en un mortero, deshaciendo la pasta formada con un poco de vinagre de buena calidad. El majado obtenido se añade a las lentejas; entonces, pondremos el guiso a hervir durante unos minutos para que se integren bien todos los sabores.
Introducción de la receta
