Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 80 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Cocina internacional
150 gr. de harina
150 gr. de azúcar
100 gr. de mantequilla
Una yema de huevo
300 gr de nueces
Un limón
50 ml. de agua
100 gr. de mermelada de melocotón
Anisetes de caramelo
Orejones de melocotón
Para disfrutar de un riquísimo mazurek, postre polaco, lo primero que debemos hacer es poner en un bol la harina, 50 gr. de azúcar, una yema de huevo y 100 gr. de mantequilla. Mezclamos todo bien con la ayuda de unas varillas.
Extendemos la masa que hemos logrado con la ayuda de un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada y la cortamos un poco más grande del molde que vamos a utilizar.
En un molde redondo ligeramente engrasado extendemos la masa que hemos hecho, pegándola bien con las manos a la base y los lados, metiendo hacia dentro el borde superior sobrante. Después, la reservamos en el frigorífico durante media hora.
Precalentamos el horno a 180º C y después sacamos la masa del frigorífico y la horneamos, colocando encima algunos garbanzos para que hagan de peso y no se suba la masa.
Tras un cuarto de hora aproximadamente la sacamos del horno y la reservamos. Mientras, podemos ir preparando el relleno.
Ponemos el resto de los ingredientes, excepto los anisetes de caramelo y los orejones, en un cazo. Calentamos hasta que se haga un almíbar ligero. Añadimos después las nueces, reservando algunas para la decoración, y removemos para que se impregnen del almíbar.
Cuando la masa esté fría rellenamos con los frutos secos. Si queremos, podemos hacer un glaseado para la parte superior con azúcar glas y un poco de zumo de limón.
Una vez que ha cogido cuerpo solo queda decorarlo con nueces sin empapar en almíbar, orejones de melocotón y anisetes de caramelo, aunque puedes utilizar algunos otros ingredientes para decorar a tu antojo, como fideos de chocolate. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
El mazurek, postre polaco, es un postre sencillo, elaborado con una fina masa y frutos secos, que se deshace en la boca. Aunque puede hacerse de múltiples formas, el secreto del éxito se encuentra en las nueces, el relleno y la decoración, a tu gusto. ¡No hay dos iguales!
