Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 60 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Categoría: Cocina internacional
Dificultad: Fácil
600 ml. de nata para montar
170 gr. de azúcar
1 vaina de vainilla
4 planchas de gelatina
200 gr. de frambuesas
Hojas de menta
Para hacer una riquísima panna cotta con salsa de frambuesas lo primero que debemos hacer es hidratar las planchas de gelatina con agua fría y partir la vainilla en sentido longitudinal, raspando las semillas del interior. Reservamos.
Ponemos en un cazo la nata, 100 gr. de azúcar y las semillas de vainilla, junto con la vaina. Lo dejamos a fuego medio-bajo y removemos bien, pero sin dejar que hierva.
Cuando veamos que la nata ya ha cogido temperatura retiramos el cazo del fuego y añadimos la gelatina, bien escurrida. Removemos hasta disolverla. Cuando esté disuelta tapamos el cazo y dejamos que la mezcla se enfríe, removiendo cada 15 minutos para que no se forme una capa dura en la superficie.
A continuación, colamos la mezcla y rellenamos los moldes individuales. Metemos en el frigorífico para que cuaje. Mientras tanto, vamos preparando la salsa de frambuesa. Para ello, ponemos las frambuesas, dejando algunas para la decoración, y el azúcar restante en el vaso de la batidora. Batimos bien y colamos la salsa, para que no tenga ninguna semilla. Reservamos.
Cuando vayamos a servir desmoldamos la panna cotta. Si lo necesitamos, podemos sumergir parcialmente el molde en agua caliente, para desmoldar mejor. Emplatamos y echamos un poco de salsa de frambuesas por encima. Si queremos, podemos añadir algunas frambuesas enteras y adornar el postre con unas hojas de menta. ¡Riquísima!
Introducción de la receta
