Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 5 minutos
Categoría: Salsas
Dificultad: Fácil
2 cucharadas de perejil picado
1 cucharada de sal
Aceite de oliva
1 cucharada de ajo picado
La verdad es que la salsa provenzal sirve para acompañar muchos de los platos que cocino. La probé un día en casa de una amiga y me enamoré de ella. ¡Tiene un sabor único!
Yo la utilizo, sobre todo, para acompañar a las carnes, dejándola en una salsera aparte para que los comensales se sirvan. Pero lo cierto es que también está riquísima con unas simples verduras a la plancha, en ensalada o unas patatas fritas.
La pizza está riquísima si le añadimos esta salsa por encima antes de meterla en el horno. Incluso a veces hago pasta, tanto espaguetis como macarrones, y los acompaño con esta salsa, que contribuye a realzar el plato y darle sabor. Por todas las recetas en las que la utilizo, yo la llamo, la "salsa comodín".
Tiene la ventaja que hacerla es muy fácil y muy rápido. Solo hay que coger un bol grande y mezclar el perejil, el ajo y la sal bien con las manos. Hay gente que le pone aceite de oliva y otras personas que prefieren hacer la receta sin utilizar este ingrediente. Yo soy partidaria de utilizarlo, porque me resulta más fácil servir la salsa y creo que contribuye a que quede más homogénea.
Lo que suelo hacer es una buena cantidad, que luego guardo en un frasco de cristal herméticamente cerrado. Así, se conserva en el frigorífico perfectamente y puedo utilizar la salsa en diferentes días y con distintas recetas.
Introducción de la receta