Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
15 bizcochos de soletilla esponjosos (melindros).
285 ml de café recién hecho y cargado.
500 gr de mascarpone (dos tarinas).
4 cucharadas soperas de azúcar.
2 vainas de vainilla.
140 ml de vino dulce.
La ralladura y el zumo de una naranja.
Cacao puro y chocolate negro (70% de cacao).
Hay que utilizar un molde de tarta desmoldable o un aro de repostería para montar la tarta. En la receta original sólo hay una capa de biscochos y otra de crema de queso, pero yo lo he puesto en dos tandas. Se hace un café cargadito y se endulza con dos cucharadas soperas de azúcar. A continuación se cubre el fondo del molde con una capa de bizcochos y se riegan generosamente con el café.
Mientras tanto se prepara la crema de queso: se mezclan las dos tarrinas de mascarpone con dos cucharadas de azúcar. Se abren a lo largo las vainas de vainilla y se incorporan al queso. Se bate bien con unas varillas mientras se va incorporando el vino. La crema debe quedar suave, si se ve muy densa, se aclara con un poco del zumo de naranja. Con el resto del zumo se riegana también los bizcochos.
Se extiende la mitad de la crema sobre la capa de bizcochos, se vuelve a poner una nueva capa de biscochos, que se riegan igualmente con el resto del cafe. Sobre ellos se estiende el resto de la crema de queso, y se reserva en el frigorífico. A la hora de servir se espolvorea con cacao puro, un poco de ralladura de naranja y de chocolate negro, se desmolda con cuidado y ¡a la mesa!
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