Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 35 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Aves
Una pechuga de pollo
Una masa de hojaldre fresco
Una cebolla pequeña
2 tomates pequeños
2 dientes de ajo
Una lata pequeña de pimientos asados
Una lata pequeña de champiñones laminados
Pimienta
Sal
Un huevo
Aceite de oliva virgen extra
3 cucharadas de tomate frito
Los hojaldres de pollo están deliciosos. Se hacen rápidamente y son sanos y nutritivos, perfectos como segundo plato, para una cena ligera o picar algo entre horas. Además, son muy fáciles de hacer y tienen la ventaja de que siempre salen bien y admiten diferentes ingredientes de relleno. ¡Pruébalos!
Para disfrutar de unos riquísimos hojaldres de pollo lo primero que debemos hacer es picar la cebolla y el tomate, y también cortar en trozos muy pequeños el pollo.
Echamos un poco de aceite de oliva en una sartén y la ponemos a fuego medio. Cuando esté caliente incorporamos los dientes de ajo, cortados en láminas, y la cebolla. Sofreímos hasta que la cebolla esté transparente y entonces añadimos el tomate natural. Removemos.
Ponemos el horno a precalentar a 200º C., con calor por arriba y por abajo. Mientras se calienta añadimos el pollo a la sartén, salpimentamos y vamos removiendo.
Cortamos el pimiento rojo en tiras pequeñas y lo incorporamos a la sartén. A continuación añadimos el champiñón laminado. Removemos y después añadimos el tomate frito, y seguimos removiendo hasta que el líquido desaparezca y el relleno tenga una textura más consistente.
Desenrollamos el hojaldre sobre papel de hornear y lo cortamos en trozos iguales y lo suficientemente grandes. Ponemos un poco de relleno en cada uno de ellos procurando que solo ocupe la mitad de cada trozo y no llegue a los bordes.
Cerramos el hojaldre, de manera que el relleno quede en el interior y giramos los bordes de la masa, dándoles la vuelta hacia el interior del hojaldre. Además, sellamos aplastándolos un poco con la ayuda de un tenedor.
Batimos el huevo y pintamos los hojaldres. Con un tenedor pinchamos la superficie en diferentes puntos y después metemos los hojaldres al horno. Dejamos que se cocinen durante unos diez minutos, hasta que estén dorados. ¡Y listos para comer! ¡Deliciosos!