Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 240 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
500 gr. de harina de fuerza
350 gr. de mantequilla en barra
250 gr. de agua
12 gr. de sal
60 gr. de mantequilla fundida
250 gr. de fresas u otra fruta
200 gr. de azúcar
100 ml. de agua
Los hojaldres rellenos de mermelada están deliciosos. Son una exquisitez y resultan perfectos para desayuno o merienda. Podéis elegir la mermelada que más os guste y hacer el hojaldre más pequeño o más grande, a vuestro gusto. También podéis utilizar membrillo, chocolate o cabello de ángel. ¡Cualquier variedad es fabulosa!
Para realizar unos riquísimos hojaldres rellenos de mermelada, lo primero que haremos será preparar la masa del hojaldre. Para ello ponemos la harina sobre la encimera de la cocina formando una montaña. En un agujero hecho en el centro ponemos 250 gr. de agua, la mantequilla fundida y la sal, y mezclamos bien los ingredientes hasta formar una bola.
Con un cuchillo, hacemos una cruz a la masa y la metemos en el frigorífico dos horas. Transcurrido este tiempo la sacamos y la estiramos con la ayuda de un rodillo, guiándonos por la cruz que hemos hecho. El centro debe quedar más abultado y los extremos más estrechos.
Ponemos la mantequilla en barra en el centro, servida a temperatura ambiente, y la envolvemos con los brazos de la masa. Después, la estiramos pero en una misma dirección hasta darla la forma de un rectángulo.
Plegamos los lados del rectángulo un par de veces y metemos la masa en el frigorífico media hora. Después la sacamos y volvemos a doblar, y volvemos a meter al frío. Y repetimos el mismo procedimiento una vez más.
Ponemos a precalentar el horno a 220º C, con calor por arriba y por abajo. Mientras se calienta, estiramos la masa con un rodillo y lo cortamos en tiras del tamaño del hojaldre que queremos hacer. Reservamos.
Para hacer la mermelada cogemos la fruta, previamente lavada y cortada, y la echamos en una olla junto con el azúcar y 100 ml. de agua. Lo ponemos a fuego medio y vamos removiendo hasta que hierva y espese, formando una mermelada con la textura deseada.
Echamos la mermelada sobre una de las tiras de hojaldre que hemos conseguido, con cuidado de que no llegue a los bordes, y cerramos con otra tira, sellando los bordes con la ayuda de un tenedor. Si las tiras son bastante grandes también podemos enrollar la mermelada y sellar solo un borde. Para que el hojaldre tenga algún dibujo podemos hacer pequeños cortes con la ayuda de un cuchillo.
Ponemos el hojaldre relleno de mermelada sobre una bandeja de horno, forrada con papel de horno. Lo introducimos en el horno y dejamos que se haga hasta que los hojaldres estén dorados. Después, los sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla antes de consumirlos. ¡Deliciosos!