Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 1 minuto
Tiempo de cocción: 3 minutos
Categoría: Huevos y Lácteos
Dificultad: Fácil
2 huevos frescos.
Sal.
Pimienta.
Agua para hervir.
Un plato sencillo pero que tiene su técnica para que siempre salga bien. Siempre han de quedar sumergidos en el agua y según el tiempo de cocción quedarán líquidos o no.
Colocamos los huevos en un cazo con agua fría y lo ponemos a fuego medio. Para que la cáscara no rompa es conveniente echar en el agua una cucharada de sal.
Los huevos han de quedar sumergidos en el agua al menos 2 centímetros.
Si queremos que el huevo quede perfecto por dentro, cuando haya pasado 1 minuto de cocción desde que empezó a hervir, le daremos la vuelta al huevo, para que quede la yema centrada.
Los huevos deben hervir pero no con burbujas enormes, ya que si el hervor es muy fuerte se puede romper la cáscara.
Por último, una vez se haya cocido el huevo a nuestro gusto lo tenemos que pasar por debajo del chorro de agua fría para que se detenga la cocción. Golpeamos la cáscara contra algo para que se rasgue y lo pelamos con cuidado. Aunque si queremos comer auténticos huevos pasados por agua, sólo tendremos que romper la parte superior y comerlo con la ayuda de una cuchara o pan, ya que la yema estará casi líquida.
TIEMPOS DE COCCIÓN: Si queremos la yema cuajada y la clara casi líquidas (lo que es en sí un huevo pasado por agua) sólo los coceremos unos 3 minutos. Si queremos la clara hecha pero la yema para mojar, serán unos 5 minutos. Si queremos los clásicos huevos duros, deberán cocerse unos 10 minutos.
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