Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 180 minutos
Categoría: Aperitivos y Tapas
Dificultad: Fácil
Azúcar flor
1/2 kg. de azúcar
Sal
Agua
2 cucharaditas de esencia de vainilla
15 gr. de gelatina
Los malvaviscos caseros son una "chuche" perfecta para cumpleaños o para dar un capricho a los niños de vez en cuando. Además de comerlos al natural también se pueden degustar mojados en chocolate o en café, e incluso comerlos ligeramente tostados.
En mi caso, lo comencé a hacer porque no me fiaba mucho de la cantidad de colorantes y conservantes que llevan las "chuches" que compramos en las tiendas. Ahora, mi hijo prefiere los malvaviscos caseros porque dice que están más buenos. ¡Y es cierto!
Para cocinar estas "nubes" lo primero que debemos hacer es poner el azúcar en una olla de tamaño medio e incorporar agua templada más o menos hasta la mitad del recipiente. La ponemos al fuego con el fin de crear un almíbar consistente. Sabremos que está en su punto cuando ponemos un poco entre nuestros dedos y somos capaces de separarlos unos milímetros sin que el hilo se rompa.
Aparte, en un bol echamos la gelatina de sabor neutro con una pizca de sal, un vaso de agua y la esencia de vainilla. Y si deseamos que los malvaviscos tengan color, unas gotas de colorante para repostería. Cuando el almíbar esté listo vertemos esta mezcla muy despacio, y sin dejar de remover con una cuchara de madera. Cuando esté todo bien mezclado retiramos del fuego.
Cogemos una fuente rectangular y espolvoreamos en ella azúcar flor. Después, vertemos la mezcla, hasta alcanzar más o menos dos dedos de alto en el recipiente. Cuando terminemos de incorporar la mezcla espolvoreamos todo con azúcar flor y lo dejamos enfriar varias horas sin introducir el recipiente en el frigorífico.
Por último, una vez esté frío lo cortamos en dados. ¡Y ya tenemos listos los malvaviscos!
Foto: http://viiri.blogspot.com
Introducción de la receta