Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 150 minutos
Tiempo de cocción: 5 minutos
Categoría: Postres
250 gr. de cobertura de chocolate negro
75 gr. de mantequilla
6 claras de huevo
100 gr. de azúcar glas
Una pizca de sol
Medio sobre de gelatina en polvo
200 ml. de nata líquida
200 gr. de avellanas tostadas
Un vaso de agua o leche
Para disfrutar de un riquísimo mousse de chocolate con avellanas lo primero que debemos hacer es trocear el chocolate.
Después, lo echamos en un cazo y lo calentamos al baño maría, sin dejar de remover con unas varillas, hasta obtener una crema.
Después, retiramos del fuego y dejamos que se temple. A continuación añadimos la mantequilla troceada y batimos otra vez con las varillas.
Aparte, calentamos la nata líquida, sin que llegue a hervir, a fuego medio. Añadimos la crema de chocolate que hemos preparado anteriormente y batimos con las varillas. Reservamos.
Trituramos las avellanas hasta convertirlas en harina. Después, vaciamos el sobre de gelatina neutra en un bol y le añadimos un poco de agua mezclada con leche caliente. Removemos con unas varillas hasta que se disuelva.
Añadimos el líquido con la gelatina a la crema de chocolate y batimos con batidora hasta que quede una mezcla homogénea y sin grumos.
Aparte, batimos las claras a punto de nieve y echamos el azúcar tras añadir la sal. Después, lo incorporamos a la crema que hemos preparado anteriormente mezclando con movimientos envolventes, muy suavemente.
Colocamos la mousse en vasos de cristal individuales, tras haber espolvoreado previamente el polvo de las avellanas, aunque también lo puedes añadir por encima, pero en este caso se incorporaría justo antes de servir.
Tapamos con film o papel de aluminio los vasos, guardamos el postre en la nevera y lo dejamos reposar como mínimo dos horas. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
El mousse de chocolate con avellanas está delicioso. Probablemente tengas este sabor asociado a tu infancia, por lo que comerlo con una textura de mousse es una auténtica delicia. Un postre para sorprender a quienes más quieres. El colofón perfecto a cualquier comida o también puedes darlo como merienda.