Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 150 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Panes y bollos
Dificultad: Fácil
300 gr. de harina
Agua
Sal
40 ml. de leche
20 gr. de azúcar
20 gr. de levadura fresca
15 gr. de aceite
El pan chino está delicioso para acompañar un plato asiático que lleve salsas. Se pueden consumir al vapor (como se suelen comer en Japón) o fritos (como los prefieren en China). Y lo mejor es que se pueden congelar perfectamente. Aunque es una receta que lleva tiempo, no es difícil.
En un bol pequeño echamos la leche, la metemos en el microondas unos segundos hasta que esté templada, y añadimos la levadura, dándole vueltas hasta que se disuelva.
En un bol más grande echamos el azúcar, la harina y una pizca de sal, y removemos para que se mezclen todos los ingredientes. Después incorporamos la leche con la levadura y vamos haciendo una masa, removiendo sin parar con una cuchara de madera previamente y después con las manos.
Dejamos reposar la masa en un bol limpio durante unos 70 minutos, hasta que doble su volumen. Para ayudarla a subir cubriremos el bol con papel de film.
Después, dividimos la masa en seis pequeños pozos, la estiramos un poco y la doblamos sobre sí misma, formando una especie de rollito. Las esquinas también las doblamos hacia el centro, aplastándolas un poco, para que quede forma de pan.
Dejamos reposar la masa, ya con forma, durante una media hora más.
Para hacer los panes al vapor ponemos una cacerola con abundante agua a fuego fuerte. Cuando el agua esté hirviendo, colocamos una rejilla sobre ella y encima de ésta los panes, con el lado donde esté el cierre mirando hacia el agua. Bajamos el fuego y tapamos los panes con un paño limpio y seco, y dejamos que se vayan cociendo. A la hora de colocarlos sobre la rejilla tendremos en cuenta que, cuando se cuecen, tienden a aumentar de tamaño.
Si preferimos consumir los panes fritos, entonces solo tenemos que poner una sartén con aceite al fuego y, cuando esté muy caliente, echamos los panecillos cocidos, sacándolos cuando estén dorados. De ambas maneras están riquísimos.
Foto: http://www.flickr.com/photos/thevortext/