Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 360 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
500 gr. de nata para montar
76 galletas tipo Cuétara
Dos cucharadas de azúcar
250 ml. de leche
360 gr. de chocolate blanco
3 hojas de gelatina neutra
100 gr. de mantequilla
El pastel de galletas y chocolate blanco es un postre diez, no sólo por su delicioso sabor, que combina la textura crujiente de las galletas con el dulzor tan característico del chocolate blanco, sino también por su presentación, que resulta muy atractiva. Un postre que, sin duda, merece la pena.
Para realizar un riquísimo pastal de galletas y chocolate blanco lo primero que debemos hacer es poner a remojo las hojas de gelatina en agua fría. Después, troceamos el chocolate en pedazos pequeños y reservamos.
Colocamos en una cacerola a fuego medio la nata. Cuando hierva le añadimos el chocolate y damos vueltas con una espátula hasta que ambos ingredientes estén bien mezclados.
Después le añadimos la mantequilla, que tiene que estar a temperatura ambiente, y la gelatina, previamente escurrida. Damos vueltas hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y se forme una crema homogénea. Retiramos del fuego y dejamos reposar para que espese.
Mientras tanto, forramos un molde desmontable con papel vegetal, de manera que éste quede perfectamente colocado en las esquinas. Aparte, templamos la leche en el microondas y le añadimos el azúcar. Removemos para que se disuelva y vamos mojando las galletas en la leche, colocándolas posteriormente en el fondo del molde.
Sobre las galletas echamos una capa de chocolate blanco, que tiene que estar espeso. Luego colocamos una capa de galletas y volvemos a realizar la operación, terminando con la capa de chocolate blanco. La última capa tiene que cubrir toda la tarta.
Metemos la tarta en el frigorífico cuatro horas, para que se termine de consolidar y después desmoldamos, cortando el papel vegetal que sobra por los extremos, para una mejor presentación. Si queremos darle un poco de color podemos decorar el pastel con un poco de mousse de fresa, ayudándonos de una manga pastelera, y encima una fresa o una gominola. ¡Riquísimo!