Tiempo de Preparación: 90 minutos
Tiempo de cocción: 70 minutos
Categoría: Panes y bollos
Dificultad: Moderado
500 gr. de azúcar
3 huevos
Unas gotas de aroma de chocolate
100 gr. de mantequilla
2 cucharadas soperas de naranja confitada
125 gr. de leche
3 cucharadas soperas de semillas de amapola
200 gr. de harina
2 cucharaditas de postre de levadura en polvo
2 naranjas
150 ml. de agua
Una cucharada de bicarbonato
El pastel de naranja confitada con semillas de amapola está delicioso. La naranja confitada le aporta un sabor exquisito mientras que las semillas de amapola le confieren un toque de personalidad. Solamente con el olor que desprende en el horno nos daremos cuenta de que hemos acertado plenamente.
Para realizar un exquisito pastel de naranja confitada con semillas de amapola lo primero que debemos hacer es poner los huevos en un bol y mezclarlos con 200 gr. de azúcar. Los batimos hasta que consigamos una mezcla cremosa.
Aparte, batimos la mantequilla hasta el punto de pomada y la incorporamos al bol en el que estaban los huevos y el azúcar. A continuación le añadimos unas gotas de aroma de chocolate y la leche. Continuamos batiendo hasta que estén bien mezclados todos los ingredientes. Después, le añadimos la levadura y la harina tamizadas, y volvemos a mezclar. Reservamos.
Para realizar la naranja confitada, cogemos las naranjas y las cortamos en rodajas muy finas. Las colocamos en una cacerola pequeña y las cubrimos de agua. Incorporamos el bicarbonato y lo ponemos a fuego. Cuando comience a hervir, retiramos, escurrimos el agua sobrante y añadimos 300 gr. de azúcar y 150 ml. de agua. Cocemos a fuego lento, durante unos 40 minutos, con la cacerola tapada.
Después, retiramos y dejamos enfriar, para a continuación añadirlas a la mezcla que teníamos reservada. Si queremos, podemos reservar algunas tiras de naranja para adornar el pastel. Para ello, las dejamos secar sobre una rejilla. Por último, incorporamos las semillas de amapola y batimos todo de nuevo.
En este punto ponemos a precalentar el horno a 180º C, con calor por arriba y por abajo. Mientras se calienta, cogemos un molde alargado de silicona, o bien uno convencional, pero engrasado y ligeramente enharinado. Echamos allí la mezcla y la metemos al horno.
Esperamos hasta que el pastel esté hecho, lo que podemos comprobar pinchándolo. Si el pincho sale limpio, ya se puede sacar del horno. Dejamos enfriar antes de desmoldarlo. Se puede decorar con azúcar glas o con los trozos de naranja confitada que teníamos reservados. ¡Exquisito!