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Perdiz en Escabeche

Perdiz en Escabeche

Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 120 minutos
Tiempo de cocción: 110 minutos
Categoría: Aves
Dificultad: Fácil

Ingredientes para preparar Perdiz en Escabeche

Tomillo
2 perdices
Pimienta
1 cebolla
Sal
Medio litro de agua
1 zanahoria
250 ml. de vinagre de jerez
4 ajos
250 ml. de vino blanco
Pimienta negra en grano
Aceite de oliva
6 hojas de laurel

Cómo preparar Perdiz en Escabeche

La perdiz en escabeche es un plato tradicional, muy cocinado en diferentes regiones de España, como en Castilla-La Mancha. Un plato exquisito que puede prepararse durante todo el año, aunque especialmente en temporada de caza, y que destaca por su sencillez y su particular sabor.

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Tengo familiares cazadores, por lo que la perdiz en escabeche ha sido un plato muy consumido en mi casa. Lo importante de esta receta es que la perdiz quede en su punto justo de cocción, para que no pierda su jugosidad.

El que esté más o menos fuerte depende de los gustos de cada cual, y lo conseguiremos utilizando un vinagre con más o menos sabor. Si ha sobrado algo de perdiz escabechada, la utilizo para hacer una buena ensalada al día siguiente, por lo que todo son ventajas.

Para comenzar a preparar la receta lo primero que debemos hacer es atar las perdices. De esta manera nos aseguramos que la carne, especialmente la de los muslos, no se nos desparrama al darla la vuelta.

Ponemos un poco de aceite de oliva en una cacerola y, cuando esté caliente, salpimentamos las perdices y las marcamos un poco en la sartén, por todos los lados. Reservamos.

Pelamos y cortamos la cebolla en juliana, y la zanahoria en rodajas no muy gruesas. Machacamos los ajos con un golpe y echamos todo en el mismo aceite en el que hemos sellado las perdices, dándolo vueltas con una cuchara de madera. Incorporamos un poco de sal, doce granos de pimienta negra y las seis hojas de laurel, y dejamos que se poche la verdura.

Cuando ya esté blanda añadimos un vaso de vino blanco y dejamos que se consuma parte del líquido. Después, incorporamos el agua y el vinagre, y lo ponemos a fuego vivo hasta que rompa a hervir.

Entonces incorporamos las perdices, bajamos el fuego y dejamos que se hagan lentamente, dando vueltas de vez en cuando para que no se pegue nada a la cacerola y rectificando con agua si nos han quedado demasiado fuertes. Una hora y media más tarde tendremos el plato listo. ¡Buen provecho!