Porciones / número de personas: 8 personas
Tiempo de Preparación: 35 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
2 litros de aceite de oliva
Azúcar glas
600 ml. de agua
1 sobre de levadura en polvo
500 gr. de harina
Una cucharadita de sal
Las porras caseras están tan deliciosas o más que las compradas. Acompañadas de un buen chocolate o un café, y bañadas en azúcar, constituyen un postre perfecto. Lo ideal es consumirlas calientes, pero hay personas a las que no les importa consumirlas transcurridas unas horas desde su realización.
Para hacer unas riquísimas porras caseras, lo primero que debemos hacer es poner el agua en una cacerola y ésta al fuego. Cuando comience a templarse echamos la levadura y removemos hasta que se disuelva.
Apartamos del fuego y añadimos una mezcla de harina y sal tamizadas, poco a poco, y sin dejar de remover en ningún momento, hasta que se forme una masa homogénea. Dejamos reposar en la misma cacerola, pero tapada, durante un cuarto de hora.
Cogemos una freidora o una sartén lo suficientemente profunda y vertemos los dos litros de aceite de oliva. Una vez que el aceite esté muy caliente echamos la masa en una manga pastelera con una boquilla ancha y rizada. A continuación, vamos incorporando la masa sobre el aceite, haciendo una espiral. Dejamos que la masa se vaya friendo y, cuando esté dorada, sacamos a una bandeja forrada con papel de cocina, para que absorba el aceite sobrante.
A continuación, cortamos las porras del tamaño deseado, ayudándonos de unas tijeras. Una vez cortadas emplatamos y espolvoreamos por encima azúcar glas, aunque algunas personas prefieren azúcar blanco tradicional. ¡Deliciosas!