Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 230 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
20 galletas tipo María
1 tarrina de queso de untar
65 gr. de mantequilla
700 ml. de leche
300 ml. de nata
2 cucharadas soperas de mermelada
1 cucharada sopera de agua
75 gr. de azúcar
2 sobres de cuajada
Para realizar una riquísima tarta de queso, lo primero que debemos hacer es la base. Para ello, trituramos las galletas con un robot de cocina, o bien metiéndolas en una bolsa de bocadillo y pasando un rodillo por encima de ellas tantas veces sea necesario hasta que queden como polvo.
Cogemos la mantequilla y la metemos en un bol. Lo ponemos unos segundos en el microondas, hasta que se haya derretido, y después la mezclamos bien con la galleta, formando una pasta.
Cogemos un molde de tartas desmontable, lo engrasamos con un poco de mantequilla y echamos la pasta que hemos conseguido sobre el fondo, cubriéndolo totalmente y aplastando con los dedos para que se ponga más firme. Mientras continuamos con la receta, lo dejamos en el frigorífico, con el fin de que se endurezca la pasta de galletas.
Cogemos un vaso de leche fría y disolvemos en él los sobres de cuajada. Aparte, ponemos en una cacerola la nata, el resto de la leche, el queso de untar y el azúcar. Damos unas vueltas y lo ponemos a fuego medio, hasta llevarlo al punto de cocción. En ese momento vertemos la leche con cuajada y seguimos calentando. Es muy importante que no dejemos de remover con una cuchara de madera, para que no se nos pegue y para evitar grumos.
Cuando veamos que la mezcla ha espesado, la apartamos del fuego y la echamos sobre la base de galletas que teníamos en el frigorífico. Dejamos que se enfríe, primero a temperatura ambiente y después en el frigorífico. Pasadas, al menos, un par de horas, la tarta habrá cogido una textura adecuada.
Cuando vayamos a consumirla, ponemos en un cazo la mermelada que más nos guste junto con una cucharada de agua. Removemos bien y después apartamos del fuego. Dejamos enfriar y posteriormente echamos el topping sobre la tarta. Extendemos bien y desmoldamos. Si la dejamos otro rato en el frigorífico, la capa de mermelada quedará más consistente. También podemos adornarla con frutos rojos o guindas. ¡La tarta está lista para ser disfrutada! ¡Buenísima!
Nota: Si no podemos conseguir cuajada, pues no en todos los países la venden, podemos emplear gelatina en polvo o láminas. La equivalencia de 2 sobres de cuajada (24 gramos) sería de 15 a 20 gramos de gelatina, dependiendo de la marca de la gelatina, pues no todas gelidifican igual.
Introducción de la receta