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Tarta de Queso y Chocolate Blanco

Tarta de Queso y Chocolate Blanco

Porciones / número de personas: 12 porciones
Tiempo de Preparación: 25 minutos
Tiempo de cocción: 1 hora
Categoría: Postres

Ingredientes para preparar Tarta de Queso y Chocolate Blanco

175 gr de galletas
70 gr de almendra en polvo
100 gr de mantequilla derretida
750 gr de queso mascarpone
200 ml de nata para montar
100 gr de azúcar glas
4 huevos
3 cucharadas de harina de trigo
180 gr de chocolate blanco (muy picado)
1 cucharadita de extracto de vainilla
100 gr de chocolate blanco (opcional)
Fresas frescas (opcional)
Hojas de hierbabuena (opcional)

Cómo preparar Tarta de Queso y Chocolate Blanco

Esta Tarta de Queso y Chocolate Blanco es un postre elegante y delicioso, ideal para sorprender en cualquier ocasión especial. Inspirada en la clásica New York Cheesecake, esta versión incorpora el sabor dulce del chocolate blanco, equilibrado perfectamente con la acidez de fresas frescas. La textura cremosa y suave de esta tarta hará que cada bocado sea una experiencia inolvidable.

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Tritura las galletas hasta obtener una textura similar a arena fina. Mezcla con la almendra en polvo y la mantequilla derretida hasta que esté homogéneo. Cubre la base de un molde desmontable de 20 cm (previamente forrado con papel vegetal). Presiona bien para compactar, subiendo ligeramente por los bordes. Refrigera mientras preparas el relleno.

Tritura el chocolate blanco en trozos muy pequeños. Reserva. En un bol grande, mezcla el queso mascarpone, la nata para montar y el azúcar glas. Añade los huevos uno a uno, batiendo a velocidad baja para integrarlos. Tamiza la harina sobre la mezcla y remueve bien. Incorpora el chocolate blanco picado y el extracto de vainilla. Mezcla suavemente hasta que quede uniforme.

Vierte la mezcla sobre la base de galleta en el molde. Alisa la superficie con una espátula. Precalienta el horno a 175 °C. Hornea la tarta durante 1 hora. Una vez horneada, apaga el horno y deja la tarta enfriar dentro con la puerta entreabierta durante 2 horas. Esto evitará que se agriete. Luego, refrigera durante al menos 4 horas o, preferiblemente, toda la noche.

Derrite el chocolate blanco al baño maría o en el microondas. Baña las fresas y colócalas alrededor de la tarta.
Decora con hojas de hierbabuena para un toque fresco. Sirve bien fría y disfruta de esta deliciosa combinación de sabores.

¡Un postre que combina cremosidad, dulzura y frescura en cada bocado! Perfecto para cerrar con broche de oro cualquier comida especial.