Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 120 minutos
Tiempo de cocción: 55 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
170 ml. de agua
5 mandarinas
40 ml. de cointreau
115 gr. de mantequilla
365 gr. de azúcar
125 gr. de harina
50 gr. de almendra molida
3 huevos
La tarta invertida de mandarinas está riquísima. Es perfecta para personas a las que les gustan los postres con un punto cítrico y tiene un sabor exquisito, por lo que resulta sorprendente, además de tener un aspecto estupendo. Su característico color hace que entre por ojos y resulte sorprendente.
Para hacer una tarta invertida de mandarinas, lo primero que debemos hacer es echar el agua, 200 gr. de azúcar y el cointreau en una cacerola, a fuego medio. Mientras se calienta pelamos las mandarinas y las cortamos en rodajas.
Cuando hierva la mezcla que tenemos al fuego retiramos la cacerola y colocamos las rodajas de mandarinas sobre su parte inferior. Después, volvemos a poner la cacerola al fuego, pero bajamos éste. Dejamos que se vaya haciendo durante unos 20 minutos.
Después, dejamos reposando las rodajas de mandarinas sobre una rejilla y reservamos el almíbar que hemos obtenido.
A continuación preparamos el bizcocho. Ponemos a precalentar el horno a 150º C, con calor por arriba y por abajo. En un bol echamos los huevos y se les va añadiendo el resto del azúcar mientras se bate.
Derretimos la mantequilla dejándola unos segundos en el microondas, y la incorporamos, batiendo hasta que se integren todos los ingredientes.
Tamizamos la harina con la almendra molida y lo añadimos a la mezcla poco a poco, mezclándolo todo bien con una cuchara de madera y utilizando movimientos envolventes.
Cogemos un molde redondo, lo cubrimos con papel de horno, que untaremos con un poco de mantequilla derretida, y espolvoreamos un poco de harina. Después, colocamos las mandarinas, hasta que cubran el fondo, sin huecos.
Echamos la masa con cuidado sobre las mandarinas y horneamos unos 35 minutos. Después, sacamos del horno y dejamos que se enfríe sobre una rejilla antes de desmoldar.