Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 65 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Moderado
100 gr. de mantequilla
2 cucharadas de vinagre blanco
360 gr. de azúcar
1 cucharada de bicarbonato de soda
2 huevos
300 gr. de harina
2 cucharadas de cacao sin azúcar
240 ml. de leche
Una cucharada de zumo de limón
Colorante rojo en pasta
2 cucharadas de extracto de vainilla
100 ml. de nata líquida
1 tarrina de queso mascarpone
Para hacer una riquísima tarta red velvet con nata, lo primero que debemos hacer es precalentar el horno a 180º C, con calor por arriba y por abajo, y engrasar un molde si el que utilizamos no es de silicona. Para ello lo hacemos con un poco de mantequilla y espolvoreamos un poco de harina por encima.
Aparte, en un bol tamizamos la harina junto con el cacao. Reservamos.
Batimos la mantequilla con 300 gr. de azúcar, mezclamos, y le añadimos los huevos y el extracto de vainilla, y seguimos mezclando. Incorporamos la mitad de la mezcla de harina y el cacao que tenemos reservada, y la mezcla de la leche y el zumo del limón. Removemos bien y luego añadimos el resto, y volvemos a mezclar.
Cuando todos los ingredientes estén bien integrados añadimos el colorante rojo. Aparte, en un vaso mezclamos el vinagre y el bicarbonato. Cuando haga burbujas lo añadimos también y removemos hasta conseguir una mezcla homogénea.
Ponemos la mezcla que hemos conseguido en el molde y lo metemos al horno durante unos 40 minutos. Después, lo sacamos, lo dejamos enfriar y lo desmoldamos. Cuando esté totalmente frío lo envolvemos en un film y conservamos en el frigorífico, para que termine de coger cuerpo.
Para la cobertura, ponemos la nata, que tiene que estar muy fría, junto con el resto de azúcar, y la montamos. Reservamos.
Aparte, colocamos el queso mascarpone en un bol y lo batimos con un tenedor, hasta que quede cremoso. Le iremos añadiendo la nata poco a poco, mezclando con movimientos envolventes.
Ya solo queda incorporar la cobertura encima del bizcocho y extenderlo bien sobre toda la superficie. Si queremos, podemos decorar la tarta con una fresa o una guinda, y un poco de mermelada o sirope de fresa, a nuestro gusto. ¡Deliciosa!
Introducción de la receta