Porciones / número de personas: 8 a 10 porciones
Tiempo de Preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Categoría: Postres
12 yemas de huevo
500 ml de agua
500 g de azúcar blanco
5 cucharadas de azúcar y 4 de agua (para el caramelo)
El tocinillo de cielo es un postre tradicional, que se suele consumir en los hogares en fechas especiales, como la Navidad, y también está presente en muchos restaurantes. Originario de la región de Jerez de la Frontera, se creó en el siglo XIV como una forma de aprovechar las yemas sobrantes en la clarificación de vinos. Tiene una preparación algo laboriosa, pero el resultado final merece la pena y cunde muchísimo.
En una sartén u olla mediana, mezcla el azúcar con el agua. Calienta a fuego medio sin remover hasta que el azúcar se derrita y comience a burbujear. Cuando el caramelo tome un color miel, retíralo del fuego y sigue removiendo para evitar que se queme. Vierte el caramelo en el molde que usarás para el tocinillo, cubriendo bien la base y las paredes girándolo. Deja que se enfríe y endurezca.
En una cazuela, mezcla el agua y el azúcar. Lleva a ebullición y cocina durante 3 minutos. Reduce el fuego y deja que hierva suavemente por 10 minutos más. Retira del fuego y deja enfriar hasta que esté tibio.
Separa las claras de las yemas, asegurándote de que no quede nada de clara en las yemas. Coloca las yemas en un bol y bátelas suavemente con un tenedor o batidor manual, evitando incorporar aire.
Poco a poco, añade el almíbar tibio a las yemas mientras remueves constantemente para evitar que se cuajen. Cuela la mezcla para eliminar cualquier grumo y obtener una textura lisa.
Vierte la mezcla de yemas y almíbar en el molde caramelizado. Coloca el molde dentro de un recipiente más grande con agua caliente, asegurándote de que el agua llegue a la mitad de la altura del molde. Cocina al baño María en el horno precalentado a 180 °C durante 30 minutos, o hasta que el tocinillo esté firme al tacto.
Deja enfriar el tocinillo a temperatura ambiente durante 30 minutos. Refrigera por al menos 5 horas para que adquiera la textura adecuada. Para desmoldar, pasa un cuchillo por los bordes, coloca un plato encima del molde y voltea con cuidado.