Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 120 minutos
Tiempo de cocción: 90 minutos
Categoría: Guarniciones
Dificultad: Fácil
Aceite de oliva
500 gr. de tomates
2 hojas de laurel
1 pimiento verde
Azúcar
2 cebollas
Sal
2 dientes de ajo
Nada más rico que una salsa de tomate frito casero. El secreto para que salga perfecta pasa por utilizar unos tomates de calidad. Su sabor intenso encanta a los niños y sirve para acompañar un montón de platos, entre ellos la pasta.
Tras cortar las cebollas las ponemos en una sartén con un chorrito de aceite, a fuego suave. Cortamos los pimientos bien picados y los echamos también a la sartén, junto con el laurel y los ajos, y un poco de sal.
Pelamos y rallamos los tomates, añadiéndolos a guiso cuando las verduras estén blanditas. Lo dejamos a fuego más bien alto durante unos 90 minutos, dando vueltas con una cuchara constantemente.
Cuando esté todo bien pochado, retiramos el laurel y lo pasamos por el pasapurés. Poniéndolo al fuego unos minutos más conseguiremos la espesura adecuada. La salsa estará lista tras añadir azúcar y sal, a partes iguales.
La salsa de tomate casera se puede almacenar en botes de cristal. Sin dejar que se enfríe la echamos en los frascos, y los colocamos boca abajo, hasta que la salsa quede a temperatura ambiente.
Foto: http://www.flickr.com/photos/zazasvq/