Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Categoría: Cocina internacional
Dificultad: Fácil
2 pechugas de pollo
1 calabacín
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
3 zanahorias grandes
1 cebolla
Aceite de oliva
2 cucharadas de salsa de soja
1 vasito de vino blanco
Sal
Arroz blanco cocido
En primer lugar hay que limpiar bien las pechugas (le pediremos al pollero que les quite la piel y la grasa). Las cortamos por la mitad y las troceamos haciendo tiras no muy gruesas. Después, se salan ligeramente y se reservan en la nevera
Por otra parte, limpiamos los pimientos quitándoles el rabito, las semillas y los nervios blancos del interior. Después los partimos en dos a lo largo, y se cortan en tiras finas longitudinales no muy largas. Las zanahorias hay que pelarlas o rasparlas, lavarlas bien y cortarlas en bastoncitos; la cebolla se corta en juliana fina, y el calabacín (si es muy fresco se puede dejar sin pelar) se corta en trozos longitudinales no muy finos y de unos 8 cm de largo.
En un wok, sartén honda o paellera pequeña, se vierte un chorro de aceite de oliva. Cuando esté caliente, pondremos a pochar la cebolla, la zanahoria y los pimientos; sazonamos ligeramente (con muy poca sal, porque la salsa de soja ya aporta bastante) y dejamos que las verduras se hagan a fuego medio, removiendo para que no se peguen. Después incorporamos el calabacín y, transcurridos 5 minutos más, se añade el pollo. Rehogamos un poco y añadimos la salsa de soja. El guiso tiene que hacerse otros cinco minutos antes de incorporar el vino; subimos el fuego y lo dejamos reducir. Cuando esté listo, lo servimos inmediatamente acompañado de arroz blanco cocido.
Introducción de la receta