Porciones / número de personas: 12
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
Agua.
1 docena de membrillos.
Azúcar.
Poner agua en una cacerola grande, dejar hervir y agregarle los membrillos previamente lavados y despojados de sus tronquitos. Se les deja dar un hervor y se retiran, para que no se cocinen demasiado; se dejan enfriar un poco, se pelan, se cortan por la mitad, al través, y se les saca la semilla.
Se pone por separado, en una olla de cobre, azúcar en cantidad igual al peso del membrillo, una vez limpio y sin semillas; se cubren bien con agua, se deja dar el hervor y se le agregan los membrillos, dejándolos hervir a fuego lento hasta que alcancen el punto, que se conocerá cuando se pongan de color granate y el almíbar un poco espeso.
A este dulce hay que removerlo muy poco para que los cascos salgan enteros. Si sale bien a punto, puede conservarse todo el año. Se guarda en frascos de vidrio bien tapados.
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Introducción de la receta