Categoría: Ensaladas
Dificultad: Fácil
Espárragos verdes.
Fresas o fresones que no estén demasiado maduros.
Un poco de aceite de oliva virgen extra.
Vinagre balsámico.
Pimienta rosa.
Sal Maldon o sal gruesa.
Parmesano en lasquitas.
Se corta la parte dura de los espárragos (que no se tira, porque puede servir para hacer una estupenda crema), se lavan y se secan bien. También se lavan las fresas y se les corta el rabito verde, si se desea se pueden cortar por la mirad, yo no lo he hecho porque no eran muy grandes.
Se pone al fuego una sartén antiadherente, y cuando está bien caliente, se pincela con un poco de aceite y se saltean los espárragos, se mueven para que se hagan por todos lados, y cunado los veamos crujientes y al punto, que no queden pasados, se sirven en una fuente. Se vuelve a pincelar otra sartén, se añaden las fresas y unas 4 cucharadas soperas de vinagre balsámico. Se saltean sólo el tiempo necesario para que el vinagre caramelice la superficie de las fresas.
Se sirven junto a los espárragos y se les pone por arriba una rociadita de pimienta rosa molida groseramente y de sal. Se sirve acompañado de unas lasquitas de queso parmesano.
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