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Galletas de Queso

Galletas de Queso

Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Categoría: Aperitivos y Tapas
Dificultad: Fácil

Ingredientes para preparar Galletas de Queso

100 gr. de harina
Una pizca de sal
100 gr. de queso rallado
100 gr. de mantequilla
1 huevo

Cómo preparar Galletas de Queso

Para hacer unas deliciosas gallegas de queso, lo primero que debemos hacer es mezclar la harina y la sal y tamizar la mezcla en un bol lo suficientemente amplio.

A continuación, echaremos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente, para que no la encontremos muy dura. Será más manejable si la cortamos en trozos no demasiado grandes.

Una vez estén todos los ingredientes en el bol los mezclamos bien, primero con un tenedor o paleta y posteriormente con los dedos. Cuando todos los ingredientes estén bien integrados añadimos el queso, que puede ser parmesano, cheddar, gruyere o cualquiera a nuestro gusto. Continuamos trabajando la masa con las manos hasta formar una pasta homogénea.

Echamos una pizca de harina sobre la encimera y ponemos sobre ella la masa que hemos conseguido. La extendemos con cuidado, con la ayuda de un rodillo, y la cortamos con un molde rectangular, teniendo cuidado para que no se nos rompa. Después, la pinchamos ligeramente con un tenedor para darles un aspecto más rústico y apetitoso.

A continuación ponemos a precalentar el horno a 190º C, con calor por arriba y por abajo. Mientras se calienta, vamos colocando las galletas en una bandeja de horno forrada con papel de horno. Después, batimos un huevo y pintamos las galletas con el huevo batido y la ayuda de una brocha de cocina.

Metemos las galletas en el horno durante 10 minutos aproximadamente, o hasta que veamos que están hechas y doradas. Después, las sacamos y las dejamos enfriar antes de consumir. ¡Deliciosas!

Introducción de la receta

Las galletas de queso están riquísimas. Al ser una receta salada, pueden tomarse como aperitivo perfectamente, y resultan deliciosas como tentempié en cualquier momento del día, especialmente a media mañana o como merienda, sin olvidar la opción de convertirlas en un exquisito desayuno o postre.