Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 180 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Moderado
130 gr. de harina
Una pizca de sal
130 gr. de azúcar
2 cucharaditas de levadura en polvo
4 huevos
1 cucharada de azúcar avainillado
Medio litro de zumo de naranja
6 hojas de gelatina
300 ml. de nata montada
20 bizcochos de soletilla
Para realizar un riquísimo pastel de crema batida y gelatina de naranja comenzamos realizando la base del pastel. Para ello ponemos a precalentar el horno a 180º C, con calor por arriba y por abajo. Mientras se calienta, separamos las claras de las yemas y montamos las claras con una pizca de sal, hasta que demos la vuelta al recipiente y las claras montadas no se caigan.
Aparte, batimos las yemas con el azúcar y el azúcar avainillado hasta obtener una mezcla blanquecina. Después, vertemos las claras a las yemas en tres veces, realizando movimientos suaves y envolventes.
Por último, añadimos la harina tamizada y mezclada previamente con la levadura, también en tres veces, y repetimos los movimientos suaves y envolventes.
Ponemos la mezcla en un molde desmoldable y lo repartimos bien por toda la superficie. Lo metemos al horno y lo dejamos un cuarto de hora más o menos. A continuación, lo dejamos enfriar.
Cuando la base de bizcocho esté fría elaboramos la gelatina de naranja. Para ello ponemos las hojas de gelatina en agua fría, para que se hidraten. Mientras, ponemos una cacerola el zumo de naranja, a fuego medio. Cuando esté caliente, sin que haya llegado a hervir, añadimos las hojas de gelatina escurridas. Removemos hasta que estén disueltas y retiramos del fuego y reservamos en el frigorífico, hasta que la gelatina tome un poco de cuerpo.
A continuación, separamos un poco de gelatina, la cortamos en trozos no demasiado grandes y la mezclamos con la nata montada, que tiene que estar consistente, removiendo con movimientos suaves y envolventes hasta integrarla. Después, vertemos la nata sobre la base de bizcocho.
A continuación, añadimos por encima de la nata el resto de la gelatina, extendiéndola bien pero sin apretar demasiado, para no bajar la nata. Metemos al frigorífico para que el pastel termine de coger cuerpo.
Por último, desmoldamos y adornamos con bizcochos de soletilla cortados por la mitad, de manera que rodeen el perímetro del pastel. También podemos decorar la superficie poniendo un poco de nata montada con la ayuda de una manga pastelera sobre la superficie de la gelatina, o incluso algunos trozos de fruta. ¡Delicioso!
Introducción de la receta
