Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 50 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Categoría: Cocina internacional
Dificultad: Fácil
1 taza y media de agua templada
2 tazas de harina de maíz
Media cucharada sopera de sal
Bolsas de congelar
Ponemos en un bol la harina de maíz, la sal y el agua templada. Mezclamos bien los ingredientes con nuestras manos y continuamos amasando durante unos diez minutos hasta que la masa sea homogénea.
La masa debe quedar hidratada y compacta. Vamos cogiendo pequeños trozos, de tamaño similar a un huevo. Los ponemos sobre una bolsa de congelar y ponemos otra bolsa encima. Entonces, aplastamos la masa con una fuente limpia, lisa y seca, que tenga asas, para que coja su característica forma redondeada. Hay que presionar bien, para que queden lo más finas posibles.
Una vez tengamos hechas todas, quitamos el plástico de la bolsa de congelar que las cubre, una a una, y las vamos echando en una sartén antiadherente, que tendremos al fuego.
Es necesario que la sartén esté muy caliente para que las tortillas queden bien. Si vemos que se inflan mucho, las bajaremos con la ayuda de una cucharada de madera. Pasado un minuto aproximadamente damos la vuelta a las tortillas y dejamos que se hagan durante unos treinta segundos más, esta vez sin presionarlas.
Una vez estén hechas las tortillas, las pasamos a un trapo limpio y seco. Hay que intentar no dejarlas unas encima de otras, para que no se peguen. ¡Buen provecho!
Introducción de la receta
