Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Categoría: Aperitivos y Tapas
Dificultad: Fácil
500 gr. de chorizos frescos pequeños
250 ml. de vino blanco
Hay gente que utiliza cerveza o sidra para hacer los chorizos, pero yo creo que el vino le aporta un sabor muy especial, especialmente si utilizamos un caldo de calidad.
En primer lugar, separamos los chorizos unos de otros. Hay gente que los fríe antes, pero yo no lo veo necesario, porque quedan más resecos y con menos sustancia.
Ponemos una cazuela con el vino blanco a fuego medio e incorporamos los chorizos. Subimos el fuego y dejamos que hierva el caldo durante cinco minutos. Después, bajamos la intensidad del fuego y dejamos que los chorizos se vayan haciendo lentamente, hasta que todo el vino se haya consumido. No es necesario poner en ningún momento aceite o sal.
Vertemos el contenido de la cacerola en un recipiente de barro, para que guarde más el calor, e incluiremos la salsita que se ha formado en el fondo de la cazuela, que procede de la grasa del chorizo y es lo que le aportará un sabor único al plato. Resulta perfecta para mojar pan.
También se pueden poner los choricitos sobre trozos de pan cortados previamente y presentarlos así a modo de aperitivo. ¡Están buenísimos!
Foto: http://www.flickr.com/photos/greatfood360/6142104755/
Introducción de la receta
