Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 45 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Categoría: Postres
1 kilo y medio de membrillos
750 gr. de azúcar
1 rama de canela
1 limón
1 estrella de anís estrellado
Para hacer una riquísima mermelada de membrillo lo primero que debemos hacer es preparar un recipiente con abundante agua fría y el zumo de un limón. A continuación, lavamos, pelamos y cortamos el membrillo en trozos de unos dos centímetros, y los vamos colocando dentro del agua con limón, para que no se oxiden.
Una vez que ya tengamos cortado todo el membrillo, ponemos los trozos en una cacerola más bien grande. Echamos un chorrito de agua, que tan solo cubra el fondo, y a continuación el anís estrellado, el azúcar, la piel de un limón y la canela. Ponemos la cacerola a fuego medio y cocinamos durante media hora, removiendo de vez en cuando.
Cuando veamos que el membrillo está tierno retiramos la cacerola del fuego y trituramos con una batidora. Podemos licuar bien la mermelada o dejarla con trocitos, según nos guste más.
Si no vamos a consumir la mermelada y queremos conservarla, la echamos en frascos de vidrio previamente esterilizados. Los llenaremos hasta el borde, ponemos la tapa, y los damos la vuelta para que terminen de enfriarse en esta posición. ¡Deliciosa!
Introducción de la receta
La mermelada de membrillo está deliciosa. Su exquisito sabor es solo una de las razones de su éxito. El resto hay que buscarlas en su irresistible aspecto y su textura única y cremosa, y en la posibilidad de que acompañe a múltiples postres. También resulta perfecta en desayunos o meriendas.
