Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 60 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Categoría: Arroces
1 vaso de arroz redondo
Sal
Pimienta negra molida
750 ml. de caldo vegetal
2 cucharadas de queso curado rallado
2 cucharadas de mantequilla
Hierbas aromáticas frescas picadas
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 zanahoria
1 pimiento rojo
1 calabacín pequeño
Medio vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Para hacer un riquísimo risotto con verduras, lo primero que debemos hacer es una cucharada de mantequilla en una cacerola y ponerla a fuego medio. Cuando esté caliente incorporamos la cebolla, la zanahoria, el calabacín y el pimiento, y removemos de vez en cuando hasta que las verduras estén tiernas.
Una vez estén hechas apartamos unos cuantos trozos de verduras, reservándolas para la decoración final y después, echamos el arroz y salteamos unos minutos.
A continuación añadimos el vino blanco. Subimos el fuego y, cuando veamos que se ha evaporado casi todo el líquido, bajamos de nuevo a fuego medio y vamos añadiendo el caldo, que debe estar caliente, pero vaso a vaso. No añadiremos el vaso siguiente hasta que el anterior no haya sido bien absorbido, por lo que ayudará que estemos removiendo constantemente, pero suavemente.
Tras cinco minutos removiendo el conjunto desde que hemos vertido el último vaso de caldo, salpimentamos al gusto y esperamos a que el arroz esté al dente. Entonces apagamos el fuego, y añadimos la mantequilla restante, el ajo machacado, el queso y las hierbas frescas, como perejil o albahaca, finamente picadas.
Removemos el conjunto para que se integren bien todos los ingredientes, tapamos la cacerola y dejamos reposar tres o cuatro minutos. Ya solo queda emplatar. Para ello colocamos el arroz en el centro del plato, con la ayuda de un molde, y lo adornamos con los trozos de verduras que teníamos reservadas. ¡Exquisito!
Introducción de la receta
El risotto con verduras está delicioso. Es un plato que admite múltiples ingredientes, por lo que podremos utilizar las verduras que tengamos más a mano, quitando o añadiendo a nuestro antojo, dependiendo de lo que tengamos en el frigorífico o de nuestros gustos. ¡Es una receta muy sabrosa y que sabe riquísima!
