Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 2 horas en remojo
Tiempo de cocción: 5 minutos
Categoría: Marisco
Dificultad: Fácil
-500 gr. de almejas gallegas
-2 dientes de ajo
-4 cucharadas sopera de aceite de oliva virgen extra
-Sal y pimienta negra
-Sal Madon
-1 Limón
Desbabamos las almejas poniéndolas en un barreño grande con agua y un puñado de sal. A la hora cambiamos el agua y las dejamos una hora más. Esta se hace para que las almejas suelten la arena que pueden traer. Aunque hay quien recomienda que sólo se limpien en agua en el momento porque sino soltarían el agua que llevan y podrán quedar secas al cocinarse, la almeja tiene muchísima agua y no hay ese peligro. El peligro es comerla llena de arenas.
Pasadas al menos dos horas en agua, las lavamos bien y las reservamos.
Pelamos 2 dientes de ajo y los colocamos en la plancha, fría, junto a un chorro de aceite de oliva. Calentamos la plancha, y cuando comience a humear retiramos los ajos y ponemos las almejas, que habremos secado con un paño. No se deben freir los ajos porque sólo los queremos para dar un ligero toque al aceite, no sabor a las almejas.
Las almejas han de estar todas cerradas. Si una almeja antes de cocinarla está abierta significa que está muerta, y debe desecharse, porque puede ser dañina para la salud.
Al colocar las almejas en la plancha le echamos un poco de sal y pimienta negra por encima, y las vamos removiendo hasta que todas abran su concha (pocos minutos). Entonces las retiramos a una fuente y le espolvoreamos un poco de sal Madon. Se sirven acompañadas de unas rodajas de limón.
Foto: http://cocinaconquenyin.blogspot.com/
Introducción de la receta
