Porciones / número de personas: 6 personas
Tiempo de Preparación: 50 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Moderado
160 gr. de harina de repostería
3 huevos pequeños
80 gr. de mantequilla
160 gr. de azúcar glas
Descubrí esta tarta cuando un día me apetecía hacer un bizcocho y no tenía levadura. Me daba pereza ir a comprarla, así que busqué en mis libros de cocina y apareció una receta de bizcocho sin levadura. La hice y me salió buenísimo, con el mismo volumen que si hubiera utilizado este ingrediente. Así que, desde entonces, éste es uno de los bizcochos que más hago. ¡Me encanta su sabor casero y natural!
El secreto es utilizar lo que pesen los huevos, una vez les hayamos quitado la cáscara, como medida con la harina y el azúcar glas. De esta manera nos aseguramos que el bizcocho nos sale perfecto. Así que, el primer paso es quitar la cáscara a los huevos, pesarlos y poner en dos recipientes la misma cantidad en gramos de azúcar glas y harina.
Separamos las claras de las yemas y, mientras vamos haciendo la receta, dejamos las claras en el frigorífico, ya que luego las necesitaremos frías.
Ponemos en un bol la mantequilla y la metemos en el microondas, a baja temperatura, para que se funda y nos quede cremosa más que líquida.
Cogemos un recipiente grande y mezclamos las yemas con la mitad del azúcar glas que tenemos preparado. Batimos bien, si es con batidora eléctrica mucho mejor. Lo importante es que la mezcla quede clara y haya doblado el volumen, para lo que necesitaremos varios minutos, aumentando la velocidad progresivamente.
A continuación, incorporamos la mantequilla y la harina tamizada, sin dejar de batir, hasta conseguir una masa más bien espesa.
Cogemos el bol que tenemos con las claras en el frigorífico y allí mismo vamos batiendo las claras hasta dejarlas a punto de merengue, lo que nos llevará unos minutos. Cuando llevemos cinco minutos batiendo incorporamos la otra mitad de azúcar glas que nos había sobrado previamente.
En este punto ponemos a precalentar el horno, a 170º C, con aire por arriba y por abajo. Mientras se calienta, vamos incorporando las yemas a las claras, pero muy suavemente, sin dejar de dar vueltas con una cuchara de madera.
Echamos la mezcla en un molde de silicona, y aplanamos con una cuchara la superficie. Metemos el molde en el horno y dejamos que se haga el bizcocho durante unos 40 minutos aproximadamente, hasta que lo veamos ligeramente dorado.
Antes de desmoldar lo dejamos enfriar. Después, podemos decorarlo con un poco de azúcar glas o algunas frutas. ¡Buen provecho!
Introducción de la receta
