Porciones / número de personas: 2 personas
Tiempo de Preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Categoría: Aperitivos y Tapas
Dificultad: Fácil
6 patatas medianas.
Nata líquida, para cocinar.
250 gr. de queso Cheddar.
Queso rallado.
Nuez moscada.
Mantequilla.
Comenzamos precalentando el horno a 180 grados, únicamente pondremos calor por abajo. Mientras se calienta, pelamos las patatas y las cortamos en rodajas. Cuanto más finas sean las rodajas mejor.
Tomamos un cazo y lo ponemos a fuego vivo. Añadimos un poco de mantequilla y dejamos que se derrita. A continuación, vertemos un chorro generoso de nata líquida y, seguidamente, añadimos el queso cheddar. Aderezamos con nuez moscada y removemos todo hasta que el queso esté derretido y la mezcla sea homogénea.
Tomamos una fuente de horno, no muy alta. Untamos de mantequilla la base y vamos añadiendo, por este orden. Una capa de patatas, un poco de mantequilla repartida, y salsa de queso. Vamos poniendo capas hasta que se nos terminen las patatas.
Para terminar, ponemos abundante queso rallado, para gratinar. Las haremos en el horno unos 20 minutos, por abajo, y finalmente gratinamos de 5 a 10 minutos, tendremos que mirar cuándo las patatas tengan ese precioso dorado del gratinado.
Y ya sólo queda disfrutar.
Nota.- En algunos países la nata líquida es conocida como "crema de leche".
Introducción de la receta
