Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Categoría: Guarniciones
Dificultad: Fácil
Aceite de oliva
1 cebolla
Pimienta negra molida
100 gr. de champiñones
Sal
1 cucharadita de salsa de soja
100 ml. de caldo de pollo
100 ml. de vino blanco
Medio pimiento rojo
Desde mi punto de vista, una de las cosas que hacen al pollo relleno una receta redonda es la salsa que le acompaña. Por ello, cada vez que cocino este plato no me importa perder algo más de tiempo y hacer una salsa aparte, que contribuya a potenciar el sabor del pollo. Un complemento ideal de toma pan y moja, con el que a los comensales no les queda más remedio que chuparse los dedos.
Para comenzar a preparar esta guarnición lo primero que debemos hacer es coger una sartén y echar un chorrito de aceite de oliva. Lo ponemos a fuego medio y, mientras se calienta, vamos pelando y partiendo la cebolla, picándola muy fina.
Echamos la cebolla a la sartén y vamos dándola vueltas hasta que esté blandita. A continuación, incorporamos el pimiento rojo, que habremos picado también muy fino. Dejamos que se vaya haciendo y cuando esté blandito añadimos el vino blanco y la salsa de soja.
Mientras el líquido se va consumiendo lavamos bien los champiñones, los secamos y los cortamos en trozos pequeños, que también incorporaremos a la sartén. Salpimentamos el conjunto a nuestro gusto.
Por último, añadimos el caldo de pollo y vamos dando vueltas con una cuchara de madera hasta que el líquido se haya consumido y la salsa haya espesado. Cuando esté lista, retiramos del fuego y la trituramos. Si está demasiado espesa podemos utilizar un poco de caldo de pollo para dejarla más líquida.
Vertemos parte de la salsa encima del pollo relleno y dejamos el resto en una salsera aparte, para que nuestros comensales puedan servirse más. ¡Buen provecho!
Introducción de la receta
