Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
30 gramos de queso parmesano rayado.
60 gramos (1/4 de taza) de mantequilla.
45 gramos (1/3 de taza) de harina.
375 mililitros (1 y 1/2 taza) de leche.
6 yemas de huevo.
125 gramos de queso gruyère rallado.
Pimienta negra al gusto.
8 claras de huevo.
Para hacer esta sencilla receta comenzaremos cubriendo de mantequilla las paredes de cuatro recipientes hondos, para raciones individuales, y rociaremos queso parmesano sobre ellos. Posteriormente, derretimos la mantequilla, en una olla, a fuego medio. Añadimos la harina y calentamos todo junto durante un minuto. Lo retiramos del fuego, e incorporamos la leche, revolviendolo todo al mismo tiempo. Volvemos a poner la olla al fuego, durante cinco minutos y sin dejar de revolver. La retiramos del fuego y añadimos las yemas, una a una, batiendo muy bien en todo momento.
Posteriomente, añadimos el queso gruyère y la pimienta. Removemos todo y reservamos. Aparte, batimos las claras a punto de nieve y la mezclamos con la masa anterior, empleando movimientos envolventes.
Vertemos el resultado en los recipientes, sin llenarlos por completo, pues van a crecer. Los horneamos durante veinte minutos, o hasta que el souffle se vea esponjoso y dorado.
Foto: http://www.flickr.com/photos/linecon0/756230874/
